Tras la 2ª Guerra Mundial, el proceso de descolonización fue impulsado, sobre todo, por los EUA y la URSS. Ambas potencias coincidían en su rechazo a la continuidad colonial de los grandes imperios. Sin embargo, se actuó con cautela para evitar conflictos, ya que las situaciones en las colonias quedaron supeditadas a las tensiones europeas generadas por el inicio de la Guerra Fría.
Así pues, se permitió a los imperialistas europeos alargar su dominio sobre las colonias. Los motivos que posicionaban a los EUA a favor de la descolonización eran evitar el auge de los totalitarismos y obtener beneficios económicos mediante el libre cambio. Para los soviéticos, en cambio, era una oportunidad para extender la revolución y afianzar su posición internacional como líderes socialistas. Por su parte, las potencias coloniales ya no podían disponer de las riquezas de sus imperios, a pesar de la bancarrota económica provocada por la guerra, en tanto la sumisión colonial se consideraba un tópico y surgían revueltas independentistas. Como consecuencia, a finales de los años 50, los viejos imperios iniciaron el proceso de liquidación formal del colonialismo.
El antiimperialismo y los movimientos de liberación colonial, en un escenario mundial polarizado entre el bloque capitalista y el comunista, se inclinaron hacia la izquierda, en tanto fueron apoyados por la izquierda internacional, la Comintern y la URSS. El país soviético fue tomado como modelo para superar el atraso frente al mundo occidental mediante la industrialización planificada.
Nikita Jruschov, lideró la Unión Soviética entre 1953 y 1964
Sin embargo, los estados poscoloniales, denominados del “tercer mundo”, aun con su tendencia al socialismo entendido a su manera, decidieron crear un bando intermedio, ante las tensiones de la Guerra Fría, en una conferencia internacional celebrada en Bandung, Indonesia, en 1955, promovida por Nehru, Nasse y Sukarno, jefes de gobierno de la India, Egipto e Indonesia, respectivamente y que se conocería más adelante como el Movimiento de los Países No Alineados. Estos países se posicionaban en contra del imperialismo y el colonialismo, las diferencias sociales y el racismo, en un esfuerzo conjunto de mantener la estabilidad y la paz en el mundo, y sin formar parte de la dinámica bipolar capitalista-comunista.
Tanto Gran Bretaña como Bélgica decidieron conceder la independencia formal a la India y al Congo Belga, aunque se mantenía la dependencia económica y cultural, con el objetivo de evitar una revuelta que pudiera desembocar en un régimen de izquierdas. No obstante, antes de la 2ª Guerra Mundial surgieron en la India los primeros movimientos nacionalistas protagonizados por Ghandi, representante de los hindúes y Mohammed Alí Jinnah, líder de los musulmanes.
Finalmente, los británicos, para los que mantener su imperio colonial suponía una carga, adoptaron una política pragmática y descolonizaron la India en 1947. Sin embargo, no dejaron ningún tipo de consenso político, lo que provocó la separación de la fracción musulmana y la formación de Pakistán, que se saldó con una gran matanza entre etnias. Nehru fue nombrado primer ministro de la India, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1964, y aunque, en un principio, defendía las ideas nacionalistas de Ghandi, su ideología evolucionó hacia la izquierda. Lo cierto es que no fue capaz de contener los brotes nacionalistas que condujeron a diferentes conflictos, como la disputa territorial con Pakistán o la guerra sino-india en 1962, lo cual le llevó a acercarse cada vez más a Occidente.
Nehru y Gandhi
La descolonización en África llevó al poder a líderes nacionales con marcada ideología antiimperialista y nacionalista –posteriormente socialista–, como el caso de Lumumba en el Congo Belga. Este país puede considerarse un ejemplo de cómo los intereses capitalistas extranjeros y el afán de beneficio económico de los antiguos colonizadores pueden transformar las ventajas de la independencia en un estado de anarquía. En 1960, Bélgica declara la independencia del Congo y Lumumba sube al poder como nuevo jefe de gobierno. No obstante, la región de Katanga, rica en diamantes, cobre y otros metales, lleva a cabo sus planes secesionistas e inicia una guerra civil con el apoyo de los belgas y los estadounidenses, que defendían los intereses de sus compañías mineras allí. El apoyo soviético a Lumumba recrudeció el conflicto y la CIA ordenó su muerte en 1961. Tanto el gobierno belga como el de los EUA reconocieron posteriormente su implicación en el derrocamiento y asesinato del líder congoleño.
En este punto es importante destacar que las formas de organización política en las que se inspiraron los países dependientes estaban basadas en las estructuras occidentales, ya fueran liberales, socialistas, comunistas o nacionalistas. Esto evidencia que los líderes que han transformado el tercer mundo, como Ghandi, Nehru, Lumumba, el Che Guevara y Fidel Castro, entre otros, pertenecen a unas minorías de élite que, aun siendo autóctonas de sus respectivos países tercermundistas, pudieron acceder a una educación occidental –todos los lideres mencionados poseían educación universitaria– y ejercieron una extraordinaria influencia.
Se hacía necesaria, pues, una modernización en los países del Tercer Mundo que vendría de la mano de los modelos occidentales, en aras de superar el atraso y la dependencia. Sin embargo, esta modernización divergía de las masas sociales no cultivadas que tan solo parecían compartir con las élites la detracción que suscitaba el racismo blanco.
Patrice Lumumba, lider del Congo independiente, fue asesinado por la CIA
En Cuba, las guerrillas lideradas por Castro, acompañado de su hermano Raúl y el Che Guevara, sacaron del poder al dictador Batista. Esto ocasionó conflictos con los EUA, que, viendo peligrar sus intereses económicos en la isla con la nueva distribución de tierras, decidieron boicotear las compras de azúcar, atacando así el corazón del sistema económico cubano. La hostilidad de Washington y el establecimiento de la URSS como nuevo cliente hicieron gravitar al nuevo régimen castrista hacia el bloque soviético, lo que desató la alarma en los EUA.
Más adelante, con la crisis de los misiles –la URSS instala en Cuba misiles nucleares– las tensiones de la Guerra Fría se agravan y los EUA optaron por el bloqueo naval de la isla en 1962. El presidente Kennedy vio en los emplazamientos de los misiles una estratagema soviética para que los EUA cedieran Berlín, pero Jrushchov no tenía intención de embarcarse en una guerra nuclear por Alemania, así que, finalmente, la crisis tuvo una salida pacífica que derivó en un largo periodo de distensión y en la firma del Tratado para la Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares que suscribieron la URSS, los EUA y Gran Bretaña en 1963.
Por su parte, el Che Guevara denunció, en su discurso en la ONU en 1964, las violaciones de la soberanía nacional cubana por parte de los EUA y dejó de manifiesto su postura en contra del neoimperialismo y el neocolonialismo, abogando por una coexistencia pacífica.

Discurso del Ché Guevara en la ONU en 1964
Otro país que estableció procesos de descolonización fue Francia. El motivo de esta elección fue su divergencia con el modelo pacífico británico, el cual hizo concesiones al autogobierno en beneficio de la estabilidad política. En cambio, Francia no solo estableció un rígido sistema centralista que consideraba a las colonias como meras divisiones administrativas, sino que su obstinada reticencia a mantenerlas ocasionó estragos bélicos en Argelia e Indochina.
En 1945, tras la derrota japonesa, el movimiento comunista liderado por Ho Chi Minh en Indochina declaró la independencia. Los franceses, apoyados por Gran Bretaña y, posteriormente, por los EUA, fracasaron en su intento de reconquista y se retiraron en 1954. La firma de un acuerdo en Ginebra confirmó la retirada de Francia de la región y dejó al país dividido en dos: Vietnam del Norte, comunista, y Vietnam del Sur, bajo el dominio de los EUA.
Podemos concluir que la descolonización y las revoluciones transformaron drásticamente el mapa geopolítico del mundo. Las consecuencias generales de la descolonización fueron el subdesarrollo y el neocolonialismo en los países del Tercer Mundo, cuyos sistemas políticos, económicos y sociales seguían supeditados y dirigidos por las grandes potencias mundiales, causando gran inestabilidad política, guerras civiles y pobreza económica.
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